Vaya, que hoy tengo otro predicamento. ¿Es capricho lo que me hace pensar en el? No lo se, sólo sé que sigue en mi mente, y que el vaivén de pensamientos se confunde entre una amistad y algo más. Pero no sé lo que quiero, y no me atrevo a saberlo porque tengo miedo de no obtenerlo. No obtenerlo y pedirlo es una humillación que no podría soportar, no va conmigo. Así que callo y dejo que las dudas me consuman lentamente, y de las cenizas renace nuevamente él, el causante de todo mi martirio. Suspiro, y con el suspiro se me escapan los pensamientos que se van hacia el mar, aquellos pensamientos que desean ir a reunirse con la fuente de todo esto, pero que los atrapo, porque podrían nublar la vista que debo tener. Se acerca el día de verlo otra vez, y debo tener un panorama de qué haré, de cómo reaccionaré, y seguramente, siendo como soy yo, hasta de que sentiré yo, e incluso me atrevo a pensar en qué sentirá él. El día se acerca y no se que hacer, me congelo como siempre, para quedarme pasiva y dejas que el mundo gire... Pero ese panorama no me agrada. Actuaré, y será de manera multicolor, colores que nazcan de mi corazón, que bañen el mundo gris que estoy acostumbrada a ver. Los colores de los matices de mi alma, mis sentimientos, y de lo que deseo. ¡Oh catálogo! ¿Dónde estás? Necesito confiar en que la entrega será recibida.

Después del naufragio

Y aquí vamos otra vez, el drama de mi vida. Comenzando a construir una más de mis salidas a los gritos que quiere dar mi alma, ante un mundo que no debe escuchar lo que siento.

Lo que tengo que callar porque los invisibles hilos de la sociedad me atan, y me previene que si los rompo, será difícil que retome el lugar de persona normal otra vez en el mundo. Quisiera poder gritar y decir lo que siento, quizá con la esperanza de que así se haga caso a lo que siento, pero eso sólo queda en ilusiones....

Martes gris

Ayer caí de nuevo ante la totalidad de mi ingenuidad... he de decir que aún no pierdo la capacidad de autosorprenderme, y que lo de ayer ha dado muchas sorpresas en mí. Comencemos decribiendo el vocabulario que utilizaré para referirme a las personas y lugares que son mencionados en esta historia: el nombre del chico que hace latir mi corazón es Mark, la chica que es mi amiga y de él también se llama Katty. El día de ayer, Mark me dijo que sigue en su lucha de consquistar a Katty, y me devastó. Quizá esa palabra sea algo exagerada, pero I'm a drama queen. Él y yo habíamos estado coqueteando los últimos días, y el me juraba que ya no le interesaba Katty, así que ayer, cuando me dijo: ¿Qué no te diste cuenta que estaba haciendo mi lucha en secreto? me hizo sentir mla mujer más ingenua del mundo. Y se avalanzó sobre mi un torrente de preguntas sin respuestas, acompañados por los sentimientos que estas cuestiones conllevan. Hoy no sé qué hacer. No sé si sea mejor seguir en la lucha (siguiendo su ejemplo) y porder reclamar lo que hasta ahora he conseguido, o dejar esta situación por la paz, y decidirme a olvidarlo. Hay tantas cosas que aclarar, que no me bastaría toda la mañana para explicarles, pero pronto lo haré.

Mi primera vez

Aún cuando el título suene algo sugerente, lo que realmente quiero decir es que es mi primera vez escribiendo en un blog. La decisión la tome por consejo de mi hermano, cuando le dije que tenía que expresar lo que sentía, me dijo: escribe en un blog. La verdad lo vi con cara de: "¿Qué te tomaste?", pero pensandolo con más calma, la idea capturó mi atención a tal grado de que estoy frente a la computadora tecleando lo primero que se me viene a la cabeza. Aún no se qué rumbo tomará este blog, pero para ti, que estas leyendo donde quiera que estes, deseo con toda mi alma que te proporcione algo útil a tu vida. Supongo que abordaré temas de mi vida cotidiana, la vida en la universidad, la famila, el trabajo, las relaciones, los viajes, etc. Y ahora tengo que retirarme, pues hay una maleta que está esperando ser llenada por mi, ya que salgo de viaje en menos de 3 horas... Hasta luego.